Ingeniera de profesión, Sabine dedica gran parte de su tiempo libre a actividades al aire libre. Un viaje a Escandinavia para descubrir la aurora boreal es el origen de su interés por la fotografía de naturaleza. El material adquirido en esta ocasión le permite ampliar sus horizontes y es muy natural que se lanza a la fotografía réflex de paisajes nocturnos.

Se le ofrece un mundo nuevo: el de las nebulosas, las galaxias, los cometas ... Un mundo, tan misterioso como atractivo, se vuelve aún más accesible gracias al uso de una montura ecuatorial que le permite realizar poses largas.

Su evolución la empuja hacia el uso de equipos más especializados y es con el apoyo de su compañero Bastien Foucher que descubre la astrofotografía con telescopio astronómico y cámara CCD.

Hoy, un tercio de la humanidad ya no puede observar los esplendores de la Vía Láctea debido a la contaminación lumínica. Es por ello que continúa su búsqueda de paisajes y cielos estrellados para recordar su belleza y alertar a las personas sobre el interés de protegerlos del desarrollo de la actividad humana.

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Sus imágenes se notan en concursos como los Photo Nightscape Awards, TWAN o el del Festival de Montier. La Asociación Astronómica Francesa le ofrece un hermoso escaparate a través de su galería de imágenes y su revista Ciel & Espace está enamorada de uno de sus panoramas.

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En 2018, su compañero cumple el sueño de un astrónomo aficionado al descubrir un  Una nebulosa planetaria candidata en medio de la nebulosa Tarántula. Decide asociar a Sabine con su descubrimiento: así se crea FoGl 1, la primera línea de un nuevo catálogo astronómico.

Para más detalles y la génesis  del descubrimiento, haga clic en la imagen  debajo :

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