Es una tarde magnífica, la puesta de sol brillaba, el aire es suave y el cielo virgen de nubes. Entre perro y lobo, la fauna nocturna está reemplazando paulatinamente a las especies diurnas. Es la hora azul, la que desprende tantos aromas y resalta los paisajes. La gente se ha ido a casa ahora, pero yo me quedo allí. No por la tarde, sino por toda la noche hasta los momentos mágicos de la madrugada ...

Esta experiencia la he vivido decenas de veces. Desde nuestros cielos franceses pasando por Escandinavia y sus majestuosas auroras boreales, hasta Chile o Namibia, bajo los cielos más bellos del mundo.

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Soy una amante de la noche, déjame compartir contigo mi pasión por el cielo nocturno y sus tesoros ...